domingo, 28 de diciembre de 2008

Dilemas de una guarén. Parte 2

Cierto día Rina despertó inquieta; un escalofrío jugueteaba en su espalda y además el timbre sonaba como condenado.
El guarén quejumbroso, rogaba que la infernal mujer fuese a para la audio-tortura. Primera vez que coincidían en algo con Rina. Medio-zombie, ella caminó con gran esfuerzo hacia la puerta. Una señora regordeta con ojos brillantes, la abrazó.

-¿ Y quién es esa?-miraba el guarén curioso desde la rejilla que conducía a la ciudad-cañería.

Enpezaron a hablar en un dialecto que el guarén no logró entender, por más que se restregó toda la cerilla que contenía sus oídos.
La señora regordeta se sentó exhausta, Rina le hablaba de frente.

- Tu trasero se está achicando.

El guarén ya lo había notado, tenía un interés especial en el trasero de Rina. La verdad es que no era lo único que se estaba achicando. Rina se miró el pantalón que llevaba puesto, le quedaba notoriamente grande.

- Estás queriendo y no te quieren- la miró de frente.

El guarén casi cae convulsionado en su cañería.

lunes, 1 de diciembre de 2008

las muñecas inflables igual se revientan


También pueden tirarse del balcón de un edificio, si es necesario. Que pasen las estaciones para que luego un transeunte desconcertado la recoja, la examine y finalmente la mire con espanto.

Su boca dibuja una O, una lasciva O.
Yo creo que esas son unas excelentes compañeras(para ti).

Mejor que una puta de medio tiempo (como yo).