A veces miro tus piecesitos, y me entra esa pena dulce, te los toco, nerviosa y me gustaría ser esa mugre que se aferra a tus uñas mal cuidadas, para que pudieras llevarme a todos lados contigo, escondida en lo más recóndito de tus únicos rojos zapatos; para mirarte tranquila, sin esa náusea dulzona, que enferma cada espacio de este envase torpe,que rechina al mirar tus mugrosos pies.