Porque el otoño acarrea una serie de acontecimientos que derivan en algo realmente grande a través de los fríos meses.
Cada hoja que cae en la acera de la calle que solía pasar, lleva escrito en su superficie memorias ilegibles.

Es como el papel roneo que antes nos daban impreso en el colegio , de tonos cafés y una mezcla fría-cálida. Evoca la nostalgia . El sabor de la nostalgia de cada hoja que revolotea al lado de los transeuntes.