viernes, 29 de agosto de 2008

Señorito Interespacial


El Señorito quiere hacer un largo vaje. Una vía por el cosmos, cerca del Sol y las otras estrellas, mirar nuestras diminutas cabezas desde la Luna. El Señorito quiere ser Interespacial.

El Señorito Interespacial construyó una nave de cartón, luego la pintó de un verde parecido al del hombrecito que felizmente camina en el semáforo. No quiere confesarlo, pero yo sé que la pintó así porque quiere atraer a los marcianos y así poder traerse uno a la Tierra, serían amigos inseparables, y lo más maravilloso es que podría tomar con él todas las noches un técito antes de dormir.

El traje del Señorito Interespacial es hecho a la medida, se apega a los contornos de su cuerpecito de niño. Es de una tela especial, más que adecuada para el espacio sideral, color fucsia para darle el toque infaltable de señorito. Lleva puesto un cinturón con luces intermitentes de todos los colores imaginables, así sería imposible acceder a la oscuridad que tanto miedo le tenía.

En su cuello lleva colgada la llave de la despensa de su nave, que resguarda las efímeras golosinas y ciertos manjares deliciosos que tanto le gustan. No puede correr el riesgo de que cualquier críatura meta sus narices(si es que la tienen) en su tan apreciada despensa.

El Señorito Interespacial espera su despegue mirando con anhelo la constelación de Pegaso; a él le hubiera gustado ser un caballo alado, sería muy alucinante tanto como el viaje al espacio.

El Señorito ajusta su cinturón, se instala en su frágil-frágil nave y cierra los ojos con fuerza. Cuenta regresiva: 10-9-8-7-6-5-4-3-2-1. Despegue...
( la nave queda suspendida en el aire)

Error. Grave error... Y es que se le olvidó lo más importante: el oxígeno.

viernes, 22 de agosto de 2008

un disfraz de cocodrilo

Un disfraz de cocodrilo
con colores fosforescentes
inunda todas las veredas
encandilando a sus transeuntes.

Un disfraz de cocodrilo
es un modelo muy a la moda
casual para el día
y sublime para la noche.

Un disfraz de cocodrirlo
por supuesto que no debe mojarse
no en cualquier estanque
debe ser uno de aguas naranjas.

Naranjas se separan
aguas repletas de peces
con escamas brillantes
un espectáculo de artificios.

Cuando el cocodrilo come
como un rey-cocodrilo
toda la temporada
no deja, no deja de brillar.

domingo, 17 de agosto de 2008


Y después de cada domingo...
Yo no viví mi infancia con mi señora madre, casi todos los recuerdos de aquel período soleado me evocan caras arrugadas y con expresiones cansinas pero alegres. Con puros viejitos, era súper-divertido.

Me cuidaban mucho, me daban dulces y mucho dinero para hacer lo que yo quisiese; cuando estaba aburrida le pedía a una de las mujeres ancianas si quería jugar conmigo y entonces estaba toda la casa de adobe de Av.Chile en el patio trasero que era como una selva misteriosa llena de extrañas y exóticas plantas. Cuando jugabamos a la peluquería , ellas me prestaban sus cabecitas para que yo les hiciése peinados muy a la moda (en esos tiempos pó), les ponía muchos colores a sus caras y eran todas unas travestis al final de la jornada. También el patio se convertía en un fino restaurant y yo la garçon ...bueno el garçon, mientras la tortuga Maruja aún estaba viva y nos miraba con esa mirada pasiva tan habitual en ella.

Cuando el Rami se iba a vivir a la casa por largas semanas nos gustaba salir con capas de superhéroes al supermercado, él usaba una roja y yo una azul. Mientras corríamos por las veredas, desde atrás nos miraba nuestra señora abuela.

Pero inevitablemente pasaron muchos otoños, demasiados para mi gusto. Yo pelié con el Rami, después volvimos a ser pseudo amigos-primos, pero nada que ver con antes.

Y lo más fastidioso y anti-divertido: los viejitos se volvieron cadáveres. Cadáveres vivientes que por pura suerte los gusanos no han venido a mordisquear sus malolientes trapos.

Ahora ...ahora soy sólo una "mirona".
-¿ Quién es esa mujer qué me mira ahí en la puerta?- dijo el cadáver desde su tumba.
Y me acordé rápidamente de la sombra verde.Que irónico , fue como un designio palafernálico.