A pesar de todo, el Señor Azulado detestaba el azul. No soportaba mirarse al espejo y ver algo más azul que el mar(sí, siempre el mar).
De tanto pensar, se arrepentiría y lloraría en un rincón oscuro(y azul), por más que ese rojo fuese maravilloso, le dolía (¡tanto!). En efecto, sus brazos se ahogaban en el Mar Rojo.
Su madre, su perra y ella (my dear), lo lamentaban todos los días.
martes, 27 de enero de 2009
martes, 13 de enero de 2009

Me gustaría cansarme de no estar cansada para así poder cansarme de estarlo.[ no es lo mismo, no le da un sabor a alguien que empieza con "cor" y termina con "tazar"]
"Me gustaría" es una frase muy desgraciada, prostituida en el momento en que abro la boca. Y eso no pasa frecuentemente, pues como algunos saben tengo problemas para mantener una conversación normal; por eso me gusta [ahí está de nuevo la muy puta] tener al lado mío una parte de la gente que hable tanto que su dosis alcance para cubrir la mía.
me hundo en la caca gaseosa de la noche.
jueves, 1 de enero de 2009
capitán sin su barco

Una mañana soleada, como la de hoy, cosas raras pasaban en las aguas templadas del Pacífico. El barco de papel se estaba ablandando, tan blando como la tortuga de felpa que asesinaste frente a mis ojos. Lentamente se volvía frágil-frágil, hasta que esa mañana comenzó a deshacerse.
Ya al medio día, estaba convertido en partículas casi-invisibles, iluminadas por el plenilunio se quedaron impregnadas en el fondo marino.
Su tripulación había gritado despavorida al verse envueltos por el azul mar, intentos desesperados por aferrarse a...algo. Los bordes del barco se convertían en nada, en sus propias manos. Gritos maldecían el cielo. ¿Qué culpa tenía él? Si el mar fue.
P.S:feliz año nuevo
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