Muy, muy desarrollados
se te desparramaban los párpados
sobre las sábanas
las sábanas blancas
donde caiste lascivo
con ese y con ce
con ese y con ce
Involucionan tus manos
en el despertar altivo
de esta otoñada
que arrastra
todas esas palabras bonitas
que le dijiste alguna vez
palabras incandescentes.
Y vas a apuntar el mapa
perdiéndote un ratito en él
nunca hiciste las maletas
las deshacías siempre
mordiendo la bombilla
del juguito de mediodía
mordiéndolo a él
te decía el doctor
no
y es que las bisagras de tu puerta
nunca funcionaban.