jueves, 29 de mayo de 2008

reciclo-reciclo

Y resulta que siempre estuve medio- enamorada de él.

Encandilada por su altanería
Enmudecida por su lengua de víbora
Abstraída por sus modales de tirano

Cuando todo se suavizó, lo enterré en el vertedero.


Si que me gusta la mierda.